viernes, 18 de febrero de 2011

Algo tiene que cambiar para que todo siga igual

El mundo islámico comienza a salir de su edad media. Llega la era de las revoluciones contra los poderes feudales, y lo hace por razones obvias: sus ricos son más ricos que nuestros ricos, y sus pobres son más pobres que nuestros pobres. En Egipto ridiculizan a un pobre y esto sirve para que los pobres se unan y decidan que no se separarán hasta que las cosas cambien. Es lo que más miedo les da a los ricos, a los empresarios, a los dictadores, que los pobres se unan. Si algún día todos los pobres se unieran los ricos se tendrían que ir a Suiza, con su dinero, pero lejos. La riqueza, el dinero. El futuro no está en las manos de los manifestantes. Los poderosos, a la sombra de todas las revoluciones, sabrán aprovecharse de la situación, convencerán a todos de que ellos cambiarán el país, los paises; que los pobres ya no pasarán miserias, los elegirán y formarán un nuevo gobierno que se olvidará de ellos, de lo que hicieron y los estados aliados poderosos les marcarán las pautas para que, al menos durante un tiempo: 30 o 40 años todo esté bajo control... como siempre.

4 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

No estoy yo muy seguro. Si algo cambia, cambiará para peor. Si no al tiempo, ojalá me equivoque.

Mark de Zabaleta dijo...

Ojalá nos equivoquemos, pero el control del ejército en Egipto, hasta septiembre..., suena a "volver a empezar".

Saludos

Mark de Zabaleta

Luis Antonio dijo...

La historia nos muestra que, por regla general, ha habido progreso tras las revoluciones. Luego, es cierto también, vuelven a repetirse períodos de retroceso y vuelta a empezar.

Pecosa dijo...

Como siendo escéptica no me ha ido muy bien, voy a empezar a creer en las cosas. Voy a pensar que yo puedo ser de ésas que diga a sus nietos: yo vi cambiar el mundo.