miércoles, 23 de junio de 2010

Como la flor del cactus


Aunque haya futbol todos los días (soy forofo de los mundiales), aunque apriete ya la calor (pronto llegaremos a los 40º), aunque haya gente empeñada en que la crisis se perpetúe (los bancos y los empresarios -los malos empresarios- ¡casi todos!). No tengo más remedio que refrescar esta página. Para que no dejemos de opinar y de decir lo que se nos ocurra en el momento. Para que alguien te lea y te comente -única señal inequívoca de que estás vivo-. sólamente por eso escribo...
Porque hasta los cactus tienen flores -muy bellas, por cierto- hay que pensar que todo es transitorio, las flores del cactus son bastante efímeras, pero demuestran que las tienen muy grandes... si, ya sé que el tamaño no importa, pero mejor que se vean, también por el colorido: un rojo-naranja muy intenso. No importa que seas siempre muy pequeño, si en un momento determinado te haces grande y llamativo por unos días. Que te hagas ver y se te note. Los seres humanos deberíamos tener días así, con flores grandes y llamativas, muchas, aunque solo sea unos pocos días al año. Que se sepa que estamos aquí, en la brecha, en el mundo: algo pequeñito. Pero que no es solo de los ricos. Por eso levanto la mano, la muevo y digo: ¡¡¡eh... que estoy aquí!!!! y ya me quedo más tranquilo...