Esta noche parece que vuelve el grajo a volar bajo. El viento del norte hace que notemos la proximidad del invierno.
En la F1 no tuvimos suerte, ya se nos pasará. A los protagonistas se les olvidará en cuanto cojan la nómina, con pan las penas son menos, ellos ya no se acuerdan ni del pan, hay cosas más apetitosas.
Si me alegro por algo es por el disgusto que se habrá llevado el pobre Botín, seguro que ni ha cenado.
Algunos lo tenemos peor, trabajamos y no nos pagan, al menos no todo lo que nos deben. Antiguamente se decía aquellos de "que se lo gasten en botica" ya no conviene, los de las empresas boticarias ya tienen bastante con lo suyo.
Los grandes comercios ya trabajan para la navidad, ese tiempo en que todo el mundo tiene buenas intenciones y se hace regalos. Una vecina iba ayer a comprar los juguetes para reyes, yo no (de algo sirve no tener ya hijos pequeños). Cada vez me parece más triste ésta época que se nos avecina, me estaré haciendo mayor... si, deber ser eso.
7 comentarios:
Porquéeeeeee?a mi me gustan estas fechas,no es necesario comprar,tan solo pasear por donde el castañero está asando las castañas...que yo no puedo comer porque soy alérgica!cachis
Ah, qué bien. Veo que el Club de los Trabajadores a los que Nos Deben Pasta es más grande de lo que yo creía. Seh, es genial.
Yo estas fiestas tengo el consuelo de que unos amigos nos van a venir a visitar, sinó te aseguro que me daban más bien lo mismo.
DESPUÉS DE CORREGIR UNA FALTA, : )
Me encantan las Navidades. Y aunque eso le haga el juego al Cutre Inglés, también me encanta hacer regalos y recibirlos. No tienen porqué ser los 36 que recibió por su cumpleaños Dudley Dursey, el primo de Harry Potter. Aunque sería maravilloso tener 36 amigos y que cada uno te regalara algo: un comic, un libro, un cd grabado en casa gracias al Ares, una cena para celebrar que somos amigos... Mi educación judeo-cristiana además me da la parte más bonita de la religión: el nacimiento de la esperanza. Lo importante del belén es que no están en un hotel de los que frecuenta el sr. Botín al que usted quiere tanto, sino en un puñetero pesebre. Y sin embargo, ahí están, felices manque pierda, queriéndose mucho, dispuestos a afrontar lo que haga falta. Y me encanta la banda sonora de la Navidad, los villancicos que de una forma u otra tienen una historia de felicidad, o bondad, o amor a tus semejantes. Y la película de Frank Capra que recuerda una vez al año que tú puedes ser una fuerza como George Bailey que mantiene unida a toda una comunidad, frente a Botín o frente al villano-usurero Potter (sí, tíene el mismo nombre del famoso niño-mago).
God bless you Merry Gentlemen and Nothing You Dismay. No desfallezca, mi estimado P.Vázquez. Seremos pobres (yo mismo soy "cieneurista" que no "mil" porque toda mi preparación académica no me ha servido para gran cosa), pero todavía y a pesar de todo podemos ser felices. Tenemos amigos, tiene usted amigos, aunque sean tan escasos de fortuna como este servidor. Y eso, ya lo decía Capra, es el mayor tesoro.
Un abrazo fuerte y felices navidades por anticipado.
rafarrojas
No se queje Vuestra Merced del frio, mi Señor,... ya sabéis que, sin él, no se caen las lias y el mosto no está limpio y bueno.
Expresiones de ajo viña y berza varias.
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