Ora pro nobis

La iglesia, la católica apostólica romana, la de siempre desde hace casi 2009 años, debe estar en horas bajas o algo parecido.
Cual ministerio del gobierno o comunidad autonómica o producto o clínica para curar la impotencia o la eyaculación precoz, se anuncia en televisión para captar adeptos.
La conferencia episcopal esa, o el sínodo de los obispos, con sus declaraciones, debe estar minando la fe de sus seguidores. Y aprovechando el poder persuasivo de la televisión y de la publicidad que llega a todos: ponen su anuncio (millonario, seguro) y ¡hala! a esperar que los feligreses lleguen raudos en tropel los domingos a depositar sus monedillas en el cesto. Para que los pobres de la parroquia lleguen a fin de mes con lo recaudado. Después de que el párroco, en su sermón, les haya hecho avergonzarse de sus pecados... electorales.
No se trata de un gasto baladí, no, es una inversión en toda regla. El gasto en publicidad no es un gasto corriente o algo que va a fondo perdido. La publicidad conseguirá lo que los ministros de la iglesia pueden hacer que pierda en sus campañas contra las leyes políticas y sociales o no.
Si Laporta, sí el president del Barça, tiene intenciones de meterse en políticas de esa propia índole (política), ¿porque no hacen lo propio curas y obispos y crean un partido político y se presentan a la elecciones y así, cuando ganen, hagan y deshagan leyes y decretos impíos?...

Qué difícil...

Lo que cuesta escribir, cada día más. No sólo a mí, veo que muchos grandes blogueros llevan un mes o dos sin hacer una entrada.
No sólo cuesta plasmar las palabras, también cuesta elegir los temas, no porque no los haya, más bien todo lo contrario, hay tantos que no se sabe bien por cuál decidirte. Se solapan, y cuanto más tardas en hacerlo más nuevos hay.
Los sindicatos, por ejemplo, están planteando que tal vez sea necesaria una reforma del mercado laboral, de las condiciones de contratación y esas cosas... Los buenos empresarios, la patronal, se frotan las manos, como les gusta. Los grandes sindicatos insisten en que una reforma no quiere decir una flexibilización del mercado. Es posible, pero por si acaso el capital está contento... mal asunto.

Responsabilidad social corporativa

En la anterior entrada comentaba algo sobre las multinacionales y lo que la gente les importa realmente. Podemos hacernos muchas preguntas sobre: ¿Quién manda en el mundo? ¿En manos de quienes estamos? ¿Serán las multinacionales nuestro meteorito que nos extinga como a los dinosaurios? ¿La corrupción política es una excepción o la norma? En esta página podéis obtener un punto de vista, es cierto que necesitáis 66 minutos, pero puede que merezca la pena: http://www.noalaventa.com/contenidos/el-documental/no-a-la-venta