Estoy perdiendo la fe. La fe en decir lo que pienso. Porque da la impresión de que cada vez le interesa menos a todo el mundo. No exactamente lo que yo diga, me refiero a las opiniones en general, a lo que se pueda decir, a lo que diga cada uno, cada cual. Porque da la impresión que nada cambia, que a todo el mundo da igual lo que se diga, lo que se haga. Los que tienen poder de decisión y de acción pues deciden y actúan, sin que les importe lo más mínimo nadie ni nada. Bueno solo importa si da beneficios: económicos o de poder. De poder económico. Los que deciden y actúan lo hacen prescindiendo de lo que digamos y hagamos y por eso, aunque cada vez se digan más cosas, cada vez se hace menos por evitarlo, por evitar que se hagan. A nadie le importa. Lo que tenga que ser será a pesar de todo. De todo lo que digamos... ¿Qué podemos hacer? y lo que es peor ¿qué podemos decir?...