Un momento solo... para saludar

Tengo que hacer una entrada rápidamente. No se me dan bien la prisas, pero tengo una hora de conexión (una red pública). Continúo con la obra y me temo que va para largo, que le vamos a hacer. Espero que al menos para mis vacaciones, a partir del 21 de julio, esté la cosa casi lista, pero no me quiero hacer ilusiones.
Tengo poco que contaros, ni veo las noticias, tengo la neurona en monotema. Solo lo hago para que no os olvidéis de este pesado, intentaré leer algo vuestro y comentaros, si esta hora da para ello. En la mente: azulejos, plaquetas, muebles de cocina, cemento y cosas por el estilo. Viviendo en dos casas al mismo tiempo. Cuando termine este martirio viviremos mejor, más cómodos, eso espero. Siento aburriros... es lo que hay.

La iglesia y la hostia

Hace mucho que no entro. El trabajo, la obra de marras, que no dispongo siempre de conexión y varios etcéteras más, no me lo permiten. Tampoco os puedo leer, ni comentaros, espero que la situación se normalice antes del verano, del solar porque el climático ya llegó por estos lares hace varios días (como tardé en poder colgarla también llegó el otro... la caló) Rozamos diariamente los 40º, ya no tiene vuelta atrás.

Desde hace varios días quiero escribir. He oído una noticia, otra más del clero (del que hace tiempo que no hablo) –no la he podido escuchar bien- pero este es el asunto: En algún lugar de nuestra geografía (tierra de María Santísima) un cura se opone a dar la primera comunión (y las siguientes claro) a una niña con síndrome Down. Parece ser que no es merecedora de la hostia, que en realidad le deberían dar al cura: por paleto. Supone, este buen señor cura, que la niña no puede recibir el sacramento porque no es consciente de lo que ello significa, ni la transcendencia que tiene. Se me ocurre pensar, así de pronto, que cuando la pequeña –y yo mismo- recibimos el bautizo: obligatorio en ciertas épocas para ser considerado español, tampoco conocíamos que fuera transcendente y no por ello dejaron de “mojarnos”. Pero no es algo nuevo ni de ahora lo de negar la comunión a niños con ese síndrome, en los años 60 del siglo precedente, después del mayo francés y cuando estábamos a punto de llegar a la Luna, el cura de nuestro pueblo, que era don-ostiarra (es un chiste… malo), ya se oponía a lo mismo con otra niña vecina. Hemos progresado poco en 40 años, en una tierra en que los curas aceptan que los equipos deportivos agradezcan a sus santos patrones sus victorias… que los perdedores no deben tener dios que los proteja… amén. Por cierto: ¿qué habrá hecho don Manué (Lopera) con la estampadergranpodé?...

Precampañapermanente

Continuamos... con lo mismo. Pero algo ha cambiado. Ha pasado el 7J. Los políticos, de la derecha, están contentos, han ganado que era lo que querían. La diferencia es mímima, pero han ganado. Ahora a trabajar, es lo que toca. A trabajar en la preparación de las próximas elecciones, en la campaña permanente. Cuando una campaña termina, tras las elecciones, hay que pensar en qué nos hemos equivocado, que hemos hecho mal, que dijimos que no debimos decir, que dejamos de decir que debimos haber dicho, que quiere oir el electorado, que titulares debemos provocar, continúa la precampañapermanente... No se enteran, se creen que somos tontos, que esto (la política) es una competición de insultos y descalificaciones. Los problemas ¿qué importan?, que los solucionen otros... es una pena, esto no beneficia a la democracia, se aprovecharán los amantes de las dictaduras. Ellos han ganado... nosotros perdemos.

100, ya

Esta entrada tenía que ser especial, es mi entrada número 100, todo un acontecimiento mirando aquel lejano 15 de septiembre del año pasado, entrada que nadie comentó, cuando nadie me conocía. Pero las circunstancias en que me encuentro (tengo la cabeza llena de ladrillos) no me inspiran. La campaña electoral y sobre todo los argumentos de los candidatos (de los ¿principales? partidos) son tan convincentes como para que no vote nadie más nunca. Pero la democracia no se lo merece, está por encima de los políticos y de los partidos. Europa puede ser un barrio del planeta tan bajo como cualquier suburbio. El interés de las personas no está en las agendas de los políticos ni de los partidos, pero para nosotros, el momento de votar es el único que nos recuerda que vivimos en democracia. Los medios de comuncación son los que ganan con todos estos temas, para ellos siempre es todo campaña electoral, encuestas y porcentajes de intenciones de voto.
Ésta debería ser una entrada de celebración, de alegría, de invitaciones, de tarta y vino, pero las palabras se juntan como quieren, yo no sé escribir en word ni programar para que se publiquen periódica y automáticamente las entradas, tengo que abrir y escribir directamente en la creación de entradas, y lo que sale es lo que sale. Mientras escucho la hormigonera pico en publicar entrada... antes de que me comentéis...