Estos días se manifiesta Jerez para "impedir" que se cierre una empresa, VICASA, propiedad de Saint Gobain Vicasa que, ligada a la principal industria de esta tierra: el vino, que le dió nombre y fama por ser unos de los mejores vinos del mundo, fueron durante años fuente de riqueza para esta ciudad. Hoy el vino tampoco está en buen momento, gracias a las multinacionales.
Como decía Julio Cesar: Alea jacta est. No tiene salvación, se cerrará sin remedio.
La foto de arriba no es de esta fábrica de botellas de vidrio, (que por cierto no sé si es lo mismo que cristal... por aquello del reciclaje). No, se trata de la azucarera de Guadalcacín, lleva cerrada unos años: dos o tres (siguiendo los pasos de la de Jédula, que la precedió). Es cierto que ya fue traída del norte de España en los años 60, ignoro el motivo, pero cuando la compró Ebro y posteriormente Puleva, y estas se convirtieron en multinacionales, tenía los días contados. A las multinacionales no les importa (un pimiento) ni los trabajadores ni las personas: todo lo hacen por la pasta y los beneficios de los accionistas. Si hay que reducir gastos se van a un país del 3er mundo a pagar una miseria a los trabajadores... (que cabrones).
Ahora la están desmontando, los montones de chatarra sustituyen a las pilas de remolacha; me da pena. A muchos les ha molestado siempre su presencia: malos olores todo el verano y otras cosas, pero en mi caso es donde comencé mi vida laboral: ciento cuatro noches y un día todos seguidos, el verano de mis 18 años: en campaña no se descansaba ni un día. Yo a 8 horas, en el laboratorio de fábrica como pinche, el resto a 12 horas. Fue el último año a dos turnos. Se ganaba una pasta en los 70.
Ahora enseña sus tripas a la intemperie: la enorme Difusión (la más grande de Europa): donde se cocía la remolacha cortada en coseta por los molinos; las Tachas donde cristalizaba el jarabe; los secaderos de pulpa... cada día queda menos de aquella inmensa fábrica de azucar... pronto habrá un enorme solar, y después, seguramente pisos... que pena.
Como decía Julio Cesar: Alea jacta est. No tiene salvación, se cerrará sin remedio.
La foto de arriba no es de esta fábrica de botellas de vidrio, (que por cierto no sé si es lo mismo que cristal... por aquello del reciclaje). No, se trata de la azucarera de Guadalcacín, lleva cerrada unos años: dos o tres (siguiendo los pasos de la de Jédula, que la precedió). Es cierto que ya fue traída del norte de España en los años 60, ignoro el motivo, pero cuando la compró Ebro y posteriormente Puleva, y estas se convirtieron en multinacionales, tenía los días contados. A las multinacionales no les importa (un pimiento) ni los trabajadores ni las personas: todo lo hacen por la pasta y los beneficios de los accionistas. Si hay que reducir gastos se van a un país del 3er mundo a pagar una miseria a los trabajadores... (que cabrones).
Ahora la están desmontando, los montones de chatarra sustituyen a las pilas de remolacha; me da pena. A muchos les ha molestado siempre su presencia: malos olores todo el verano y otras cosas, pero en mi caso es donde comencé mi vida laboral: ciento cuatro noches y un día todos seguidos, el verano de mis 18 años: en campaña no se descansaba ni un día. Yo a 8 horas, en el laboratorio de fábrica como pinche, el resto a 12 horas. Fue el último año a dos turnos. Se ganaba una pasta en los 70.
Ahora enseña sus tripas a la intemperie: la enorme Difusión (la más grande de Europa): donde se cocía la remolacha cortada en coseta por los molinos; las Tachas donde cristalizaba el jarabe; los secaderos de pulpa... cada día queda menos de aquella inmensa fábrica de azucar... pronto habrá un enorme solar, y después, seguramente pisos... que pena.