Decía ayer Carlos Arguiñano, gran comunicador, que ahora los banqueros iban a comer muchas patatas y que ya era hora, que ya han comido bastante marisco. Todas las situaciones que parecen malas tienen algo bueno. Por fin los ricos pasan necesidades, bueno solo afecta al su sistema nervioso porque como les vamos a ayudar entre todos pues...pasarán menos dificultades.
Tendrán más dinero, o dinero nuevo, pero se lo pensarán más a la hora de prestárnoslo (nuestro dinero, el de todos los españoles). Mientras, nuestros empresarios, esa buena gente, seguirá despidiendo gente (las culpas al gobierno) en nombre de la maldita crisis, pero no bajarán los precios para poder seguir manteniendo su poder adquisitivo y sus ingresos (algunos en Suiza).
Pobrecitos los banqueros y los constructores, esa buena gente que se desvive por los pobres.
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