lunes, 25 de octubre de 2010

La vida por la bolsa

Una empleada de banca, Estela con 25 años, llena de vida y futuro; ha muerto en Cambrils por defender el dinero ajeno. Un ejemplo de sacrificio que los dueños del dinero y el presidente de su banco le agradecerán de manera generosa y permanente. Ni él mismo (el presidente) hubiera dado tanto, todo, por el escaso botín que hayan podido llevarse esos asesinos cabrones. Ha hecho Estela lo que más le gustaba a su jefe: trabajar "todo", cobrar... menos:... una bala.

domingo, 17 de octubre de 2010

Hay quien dice por ahí...

Hemos podido oir en estos días, a dos insignes individuos de este país nuestro, en los altos foros, que todo el mundo sigue y que por lo tanto influyen, que lo que hay que hacer para solucionar los problemas que acucian al capital español es trabajar más y ganar menos. Yo mismo: que no soy mal pensado, creo que tienen razón los individuos Cuevas y Botín. Por cierto, ahora que los nombro a ambos juntos me recuerda una historia de Las mil y una noches: una en que había una cueva donde los hombres de negocios de la época y el lugar guardaban su botín... Decía, que se me va el tema: que creo que sí, que tienen razón. Que ellos deberían trabajar algo (más) y ganar muchísimo menos, aunque alguno no pudiera ir a ver los campeonatos de fórmula 1 dondequieraquesecelebren. Se referían a eso ¿no?
Y lo dicen porque tienen la inspiración divina que les proporciona la experiencia: no por viejos (que lo son) sino por lo otro. Si lo dicen en ese sentido, nosotros (los demás) igual podríamos trabajar menos y ganar más.
Son buenos estos tipos -sino no estarían dónde están- y además de decir lo que piensan dicen lo que sienten... h.h.d.p.

lunes, 11 de octubre de 2010

El futuro "gobernil"... y empresarial

La crisis esa está a punto de acabar. Le queda lo que al gobierno de Zapatero, un año y medio. La Cospedal esa y el Pp tienen la solución que seguro que les gusta a los magníficos empresarios de este país nuestro: un contrato de formación hasta los 30 años, edad media de emancipación de los "jóvenes" en España.
Los jóvenes, según una noticia local de aquí (que por eso es local), se preparan académicamente, para tener otras oportunidades laborales, arrepentidos de abandonar los estudios e irse al mundo laboral a los 17 años aprovechando el bum ladrillal en el que se ganaba pasta gansa a porrillo.
No hay mal que por bien no venga, que decían nuestros viejitos en la época refraneril española, tan sabia. Y aprendemos que el conocimiento da posibilidades... de todo tipo. Ahora solo falta que impartan formación profesional a los empresarios, si también a los políticos (a ver si aprenden), pero sobre todo a los empresarios... (a ver si aprenden) pobrecicos.

domingo, 3 de octubre de 2010

La hora de... coño qué tarde es

Acabo de leer -en dos días, solo son 190 páginas- el libro de Leopoldo Abadía: La hora de los sensatos. Muchos lo habréis leído ya. Si lo comento, lógicamente, es porque me ha gustado, porque me parece interesante. Es una utopía politico-económica con base en la docencia y en la decencia. La decencia que se le puede suponer, es maño y conozco a algunos que son muy decentes. No digo que los que no lo sean -maños- no lo sean -decentes- ni lo contrario: en todas partes cuecen habas. Basado en las normas de la Fórmula1, trata del recurso del safety car que sale a pista mientras se recobra la normalidad tras un accidente. Puede parecer un tanto ingenuo, pero al mismo tiempo puede contener una pizca de ambición, no solo la lógica ambición de vender libros y ganar dinero, me refiero a la otra ambición, a la de poder: la madre de todas las ambiciones. Don Leopoldo, como otros muchos, tiene derecho a ganar dinero y también tiene derecho a gobernar el país. Pero es más interesante por no pretender otra cosa que salvar al país de la crisis que nos ocupa. Sin prebendas ni otros beneficios,  parece no necesitarlos, ni económicos ni de otro tipo a modo de recompesa, y en solo cuatro años sin prórroga. Tiene para mí algunos aspectos, muchos, discutibles y debatibles: es rico. Pero no hay que pensar, del todo, que sea un cuento de viejo: solo es mayor... pero no le dejarían, ni siquiera los de derechas.